Encontrar

Busqué en la profundidad de mi propio ser algo que calmara mis ansias. Ingenuamente creí que podría soportar semenjante desierto yo sola. En un suspiro perdí toda la valentía, con algo de suerte divisé lo que sería un oasis, o para mi desgracia un espejismo. A falta de oportunidades me arrastré hasta allí, deseando poder saciar mi sed.
Sentí el agua deslizarse por mi piel, el oasis me pertenecía ya, no había ni un pie en él más que los míos. Me ahogué de tanto beber, y me senté bajó la sombra de eso que aparentaba ser un... una palmera? me recosté, y lentamente fueron cayendo mis párpados, hasta que sentí que el cansancio había desaparecido
No desperté en el mismo lugar, por el contrario, me encontraba en mi casa. Me sentí pequeñita, me vi pequeñita. Corrí desde mi cuarto, como asustada, hasta chocar con las una piernas que terminaban a la altura de mi cabeza, alcé la mirada lentamente, mientras cada parte que iba enfocando me traia un recuerdo. Hasta que encontré sus ojos, posandose sobre los míos. Me levantó, y con una sonrisa gigante, mi papá me dijo: Hola bebé!

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